El Señor Rajoy, advirtió ayer en Pontevedra que lo que “viene para España es muy difícil”, aunque él no dejó de alardear de que tiene “las ideas claras”. De modo que, gracias a esas “ideas claras” ha llegado por fin a la conclusión de que la salida de la crisis “no es tarea de un solo Gobierno, sino de toda la nación y de todos los partidos políticos”.
Claro que es tarea de toda la nación y de todos los partidos políticos, eso mismo se lo dijo Zapatero hace tres años, pero Rajoy siguió chupando de la crisis para llegar al poder. También añadió que él era favorable a “controlar el gasto” para “no vivir por encima de nuestras posibilidades” porque “no podemos gastar lo que no tenemos”. Rajoy reconoció públicamente que es nuestro auténtico estadista, y dijo que como le ocurre a España, también le ocurre a otros países de la UE”, joder que descubrimiento, eso ya lo decía Zapatero hace 3 años y él y la Cospe le daban la culpa al Gobierno Socialista.
Es una enorme lástima para los ciudadanos, Sr. Rajoy, que su aseveración actual de que salir de la crisis exige no la “tarea de un solo Gobierno, sino de toda la nación” llegue tan inmensamente tarde. Usted y sus voceros se han limitado durante más de tres años consecutivos a señalar como culpable de que no saliéramos de la crisis a José Luis Rodríguez Zapatero y después a Alfredo Pérez Rubalcaba.
Cuando se vaya Zapatero, repetían usted y su coro, las cosas cambiarán, acabaremos enseguida con la crisis y volveremos a la bonanza económica de la mano del PP. Nunca Rajoy movió un dedo para respaldar al Gobierno socialista en medio de la tempestad.
Dice además el líder de la derecha que se ha de controlar el gasto público. Precisa que no se puede vivir por encima de lo que tenemos y de nuestras posibilidades. Pues bien, ¿por qué usted no controló el gasto de comunidades y ciudades, como Madrid, gobernadas por su partido desde hace unos 15 años? ó Valencia.
Si lo hubiera hecho, y a fondo, como deben hacerse siempre los deberes, nos habríamos ahorrado una buena parte de los gastos provocados ilegalmente por la trama Gürtel, pongamos por caso, y el despilfarro sin casi freno que ha caracterizado la gestión de Francisco Camps, Eperanza Aguirre, Ramón Luis Valcárcel, Jaume Matas o el desvergonzado Carlos Fabra, el cacique de Castellón, entre unos cuantos chupópteros profesionales. Contemplar juntos a Camps, Matas y al denominado duque de Palma, más conocido como Urdangarin.